El susto que me dieron fue algo reciente a el país se vio envuelto en ese gran susto, que para algunos fue aterrador y terminó con duelo nacional. El susto fue el causado por el terremoto de Cinchona y que tuvo una magnitud de 6,2 grados según la escala Richter y ocasionó un sin fin de réplicas durante semanas, sentir a la tierra moverse por más de 30 segundos que fue el tiempo que se sintió lo más fuerte y ver todo lo que este terremoto causó en la zona del epicentro. Aunque donde vivo se sintió como una hamaca en algunos lugares fue como coger una alfombra y agitarla, el efecto que produjo en mi fue reflexionar, saber que hacer en situaciones similares y como actuar en lugares públicos como centro comerciales. Costa Rica es un país que está dentro del cinturón de fuego del Pacífico y eso lo hace un país sísmico pero los ticos no nos acostumbramos a esa idea y nos ponemos muy nerviosos en los temblores y hay que sumarle que tampoco estamos bien informados y en algunos casos ni preparados. Yo me incluyo entre los ticos que no nos hacemos la idea de vivir en un país sísmico y cada vez que tiembla, aunque guardo la calma me asusto. Como los temblores no se pueden pronosticar como se pronostica el clima obviamente me cogió desprevenido sentado al frente del televisor al igual que a los periodistas de telenoticias que grabaron el movimiento y comprobaron su fuerza. Lo que hice fue lo que seguro hace la mayoría de los ticos ponerse debajo del marco de la puerta y de inmediato sentí como mi corazón se agitaba al saber lo vulnerable que éramos los seres humanos ante el poder de la naturaleza. Después de la sacudida y pasado el susto más grande que fue sentir ese terremoto y de tranquilizarse sabiendo que todos los de la familia estábamos bien, por la tele se vio la magnitud del terremoto en la zona del epicentro y ver como montañas se comieron la calle pero lo que más me impactó fue ver la catarata de la Paz que quedó café y la situación del hotel Watterfall Gardens ya que yo había ido un par de veces a ese lugar en excursiones con mi escuela y pensar lo que hubiera pasado si hubiésemos estado ahí en ese preciso momento ahí me volvió el susto. Lo que me quedó de este susto fue reflexionar acerca de lo que debemos hacer en un sismo si estamos en lugares públicos como en media calle, edificios, centros comerciales o en la universidad y aceptar el hecho de que vivimos en un país sísmico para siempre estar listos y tener en cuenta salidas de emergencia, planes de escape y otras cosas que en nuestro país deberían ser cultura general. Aunque el susto fue masivo porque todo el país fue sacudido por el terremoto en lo particular me asusto bastante y ver lo que ocasiono aun más. Pero me ayudo a poder estar siempre con la idea de esperar un sismo en cualquier momento y saber como actuar en esa situación, espero que el país aprendiera, aunque fuera de la forma difícil, a estar preparados y así prevenir mejor estos eventos para que no terminen como termino porque para mi fue un simple susto pero para algunas personas fue una odisea.
El mar ha sido fuente de penas y alegrías, de grandes pérdidas y heroicas proezas, de recuerdos gloriosos y podridos, de esqueletos mecánicos vencidos y bestias feroces vencedoras, dueño de nuestro dolor y nuestra simpatía. Mi recuerdo más antiguo y más temido fue en esa interminable bóveda azul. Si acaso con doce años paseaba solo por la playa, corría zigzagueando, y de pronto me sentí atrapado, asfixiado con mi último aliento de vida y desde ahí ese caprichoso y yo somos los mejores amigos. Y sé que todos en el fondo lo admiramos, y que hemos suspirado en la salinidad de su aire, por aquel amor perdido, por aquel amigo lejano, por aquella vida nuestra que entregamos a él (el mar) con una única condición: perdernos para siempre en su mirada.
A veces pienso en él porque de ese día, porque tuve sufrir un día tan penoso, y me imagino yo corriendo e ignorando en mi zigzag al gran y oscuro Poseidón, tal vez sintió un gran rechazo, tal vez su día no fue el mejor, o tal vez y solo tal vez era necesario que extendiera su brazo y me golpeara, y a fuerza de heridas y falta de aire, me enseñara a madurar.
Y sucedió, simplemente sucedió, estaba yo entretenido fusionando mis pies con el sílice, creyéndome invencible, cuando de pronto la lengua bárbara y maldita, me absorbió sin más reparo y ya no tuve escapatoria, rogué al dios del cual había oído, y sin más respuesta me entregué a los brazos de aquel que me amaba y me odiaba, del padre de mis desvelos, del dador de mis sueños; y del cielo vino la mano, no era ese dios era mi tío, mensajero casi tardío el Hermes inolvidable.
Si mis días los marcara con un antes y un después, tomaría de base aquel día, en que estuve en el filo helado del fondo, cuando me sentí quebrantado y exaltado, el día en que toque el fondo de mi vida y volví de ahí a la fuerza ya que la soledad me seducía, y el temor me abrazaba como lo hacen los amantes en el crudo invierno, yo no sé que pasó en la intimidad oceánica pero ahí en la crisis donde todo ser humano crece, porque el sufrimiento hace salir a flote los más nobles valores del ser humano, la humildad, la mansedumbre, la solidaridad, en fin al verdadero hombre en su concepción natural;y ahí en ese lugar tuve que tomar la única salida que había: la madurez.
Y sin embargo aunque ese día fue terrible y único, ese día un gran coloso me enseñó que no se pueden ignorar las grandes maravillas, diosas simétricas inquebrantables, porque aunque ellas impresionan a todo el mundo, nadie aprende ni se acurruca en el regazo de los regalos que más allá de nutrir los ojos, alimentan nuestro espíritu. Y sí, desde ahí he llorado y he reído a su lado, he perdido y he encontrado lo que tengo ahora, y al mirarnos a los ojos sonreímos y charlamos y no existe tiempo ni espacio, solo el mar y yo.
INSTITUTO TECNOLÓGICO DE COSTA RICA ESCUELA DE CIENCIAS DEL LENGUAJE COMUNICACIÓN ESCRITA (CI-1101) BYRON PÉREZ CAMARENO (200953383)
UNA ALEGRIA QUE NUNCA PODRE OLVIDAR. Mi mayor alegría fue cuando me dieron la noticia de que ya era un alumno del Instituto Tecnológico de Costa Rica. Un compañero me llamó por la mañana para darme la buena noticia, ya que yo no tenía Internet, le dije que si él me podía llamar cuando publicaran los resultados del examen de admisión. Me sentí muy feliz y era tanta la felicidad que no sabía ni que hacer ni donde meterme. No olvido ese sábado; eran las diez de la mañana cuando me desperté, me levante de mi cama, me lavé la cara, encendí el televisor y me puse a desayunar. Estaba desayunando cuando de pronto sonó mi teléfono, era mi compañero dándome la buena noticia de que yo había ganado el examen de admisión del ITCR. Cuando él me dijo eso, sinceramente yo no sabía si creerle, por que yo pensé que ese examen jamás lo iba a ganar ya que estaba muy difícil. Fue una emoción tan grande y satisfactoria, que yo me sentí feliz y orgulloso de mi mismo, yo pegaba gritos de felicidad, pòr que sinceramente no lo podía creer. Le di las gracias a mi compañero y terminamos de hablar; Dejé de comer, mi mamá llegó a ver que era lo que pasaba y me dijo;-¡¿di que le pasa?!- yo sonreí y le dije:-¡mami! ¡Gané el examen! ¡Ya soy del TEC!- mi mamá se quedó en silencio y con los ojos un poco llorosos y llenos de mucha felicidad, me abrazó y me dijo:- hijo te felicito estoy muy orgullosa de ti- me volvió a abrazar y me dio un beso con mucho cariño y felicidad. Fue un efecto emocional y sentimental muy lindo… nunca lo podré olvidar. Todos mis amigos y familiares me felicitaban y me decían que le pusiera al estudio y que pasara lo que pasara nunca echara para atrás y que siguiera siempre adelante. Esa emoción y esa alegría que sentí en ese momento, es lo más lindo que he sentido en toda mi vida, saber y estar tranquilo de que sí pude ingresar a la universidad que yo siempre quise. Me llenó de mucha felicidad y satisfacción pero también me alegró darme cuenta del cariño que sienten tanto mis amistades como mis familiares por mí.
Ricardo Corrales Retana 200925308
ResponderEliminarUn susto que me dieron
El susto que me dieron fue algo reciente a el país se vio envuelto en ese gran susto, que para algunos fue aterrador y terminó con duelo nacional. El susto fue el causado por el terremoto de Cinchona y que tuvo una magnitud de 6,2 grados según la escala Richter y ocasionó un sin fin de réplicas durante semanas, sentir a la tierra moverse por más de 30 segundos que fue el tiempo que se sintió lo más fuerte y ver todo lo que este terremoto causó en la zona del epicentro. Aunque donde vivo se sintió como una hamaca en algunos lugares fue como coger una alfombra y agitarla, el efecto que produjo en mi fue reflexionar, saber que hacer en situaciones similares y como actuar en lugares públicos como centro comerciales.
Costa Rica es un país que está dentro del cinturón de fuego del Pacífico y eso lo hace un país sísmico pero los ticos no nos acostumbramos a esa idea y nos ponemos muy nerviosos en los temblores y hay que sumarle que tampoco estamos bien informados y en algunos casos ni preparados. Yo me incluyo entre los ticos que no nos hacemos la idea de vivir en un país sísmico y cada vez que tiembla, aunque guardo la calma me asusto.
Como los temblores no se pueden pronosticar como se pronostica el clima obviamente me cogió desprevenido sentado al frente del televisor al igual que a los periodistas de telenoticias que grabaron el movimiento y comprobaron su fuerza. Lo que hice fue lo que seguro hace la mayoría de los ticos ponerse debajo del marco de la puerta y de inmediato sentí como mi corazón se agitaba al saber lo vulnerable que éramos los seres humanos ante el poder de la naturaleza. Después de la sacudida y pasado el susto más grande que fue sentir ese terremoto y de tranquilizarse sabiendo que todos los de la familia estábamos bien, por la tele se vio la magnitud del terremoto en la zona del epicentro y ver como montañas se comieron la calle pero lo que más me impactó fue ver la catarata de la Paz que quedó café y la situación del hotel Watterfall Gardens ya que yo había ido un par de veces a ese lugar en excursiones con mi escuela y pensar lo que hubiera pasado si hubiésemos estado ahí en ese preciso momento ahí me volvió el susto.
Lo que me quedó de este susto fue reflexionar acerca de lo que debemos hacer en un sismo si estamos en lugares públicos como en media calle, edificios, centros comerciales o en la universidad y aceptar el hecho de que vivimos en un país sísmico para siempre estar listos y tener en cuenta salidas de emergencia, planes de escape y otras cosas que en nuestro país deberían ser cultura general.
Aunque el susto fue masivo porque todo el país fue sacudido por el terremoto en lo particular me asusto bastante y ver lo que ocasiono aun más. Pero me ayudo a poder estar siempre con la idea de esperar un sismo en cualquier momento y saber como actuar en esa situación, espero que el país aprendiera, aunque fuera de la forma difícil, a estar preparados y así prevenir mejor estos eventos para que no terminen como termino porque para mi fue un simple susto pero para algunas personas fue una odisea.
Bernal Cantillo Aguero 200950917
ResponderEliminarTema: Un susto que me dieron
El mar ha sido fuente de penas y alegrías, de grandes pérdidas y heroicas proezas, de recuerdos gloriosos y podridos, de esqueletos mecánicos vencidos y bestias feroces vencedoras, dueño de nuestro dolor y nuestra simpatía. Mi recuerdo más antiguo y más temido fue en esa interminable bóveda azul. Si acaso con doce años paseaba solo por la playa, corría zigzagueando, y de pronto me sentí atrapado, asfixiado con mi último aliento de vida y desde ahí ese caprichoso y yo somos los mejores amigos. Y sé que todos en el fondo lo admiramos, y que hemos suspirado en la salinidad de su aire, por aquel amor perdido, por aquel amigo lejano, por aquella vida nuestra que entregamos a él (el mar) con una única condición: perdernos para siempre en su mirada.
A veces pienso en él porque de ese día, porque tuve sufrir un día tan penoso, y me imagino yo corriendo e ignorando en mi zigzag al gran y oscuro Poseidón, tal vez sintió un gran rechazo, tal vez su día no fue el mejor, o tal vez y solo tal vez era necesario que extendiera su brazo y me golpeara, y a fuerza de heridas y falta de aire, me enseñara a madurar.
Y sucedió, simplemente sucedió, estaba yo entretenido fusionando mis pies con el sílice, creyéndome invencible, cuando de pronto la lengua bárbara y maldita, me absorbió sin más reparo y ya no tuve escapatoria, rogué al dios del cual había oído, y sin más respuesta me entregué a los brazos de aquel que me amaba y me odiaba, del padre de mis desvelos, del dador de mis sueños; y del cielo vino la mano, no era ese dios era mi tío, mensajero casi tardío el Hermes inolvidable.
Si mis días los marcara con un antes y un después, tomaría de base aquel día, en que estuve en el filo helado del fondo, cuando me sentí quebrantado y exaltado, el día en que toque el fondo de mi vida y volví de ahí a la fuerza ya que la soledad me seducía,
y el temor me abrazaba como lo hacen los amantes en el crudo invierno, yo no sé que pasó en la intimidad oceánica pero ahí en la crisis donde todo ser humano crece, porque el sufrimiento hace salir a flote los más nobles valores del ser humano, la humildad, la mansedumbre, la solidaridad, en fin al verdadero hombre en su concepción natural;y ahí en ese lugar tuve que tomar la única salida que había: la madurez.
Y sin embargo aunque ese día fue terrible y único, ese día un gran coloso me enseñó que no se pueden ignorar las grandes maravillas, diosas simétricas inquebrantables, porque aunque ellas impresionan a todo el mundo, nadie aprende ni se acurruca en el regazo de los regalos que más allá de nutrir los ojos, alimentan nuestro espíritu. Y sí, desde ahí he llorado y he reído a su lado, he perdido y he encontrado lo que tengo ahora, y al mirarnos a los ojos sonreímos y charlamos y no existe tiempo ni espacio, solo el mar y yo.
El blog ha sido revisado.
ResponderEliminarINSTITUTO TECNOLÓGICO DE COSTA RICA
ResponderEliminarESCUELA DE CIENCIAS DEL LENGUAJE
COMUNICACIÓN ESCRITA (CI-1101)
BYRON PÉREZ CAMARENO (200953383)
UNA ALEGRIA QUE NUNCA PODRE OLVIDAR.
Mi mayor alegría fue cuando me dieron la noticia de que ya era un alumno del Instituto Tecnológico de Costa Rica. Un compañero me llamó por la mañana para darme la buena noticia, ya que yo no tenía Internet, le dije que si él me podía llamar cuando publicaran los resultados del examen de admisión. Me sentí muy feliz y era tanta la felicidad que no sabía ni que hacer ni donde meterme.
No olvido ese sábado; eran las diez de la mañana cuando me desperté, me levante de mi cama, me lavé la cara, encendí el televisor y me puse a desayunar. Estaba desayunando cuando de pronto sonó mi teléfono, era mi compañero dándome la buena noticia de que yo había ganado el examen de admisión del ITCR. Cuando él me dijo eso, sinceramente yo no sabía si creerle, por que yo pensé que ese examen jamás lo iba a ganar ya que estaba muy difícil. Fue una emoción tan grande y satisfactoria, que yo me sentí feliz y orgulloso de mi mismo, yo pegaba gritos de felicidad, pòr que sinceramente no lo podía creer.
Le di las gracias a mi compañero y terminamos de hablar; Dejé de comer, mi mamá llegó a ver que era lo que pasaba y me dijo;-¡¿di que le pasa?!- yo sonreí y le dije:-¡mami! ¡Gané el examen! ¡Ya soy del TEC!- mi mamá se quedó en silencio y con los ojos un poco llorosos y llenos de mucha felicidad, me abrazó y me dijo:- hijo te felicito estoy muy orgullosa de ti- me volvió a abrazar y me dio un beso con mucho cariño y felicidad. Fue un efecto emocional y sentimental muy lindo… nunca lo podré olvidar. Todos mis amigos y familiares me felicitaban y me decían que le pusiera al estudio y que pasara lo que pasara nunca echara para atrás y que siguiera siempre adelante.
Esa emoción y esa alegría que sentí en ese momento, es lo más lindo que he sentido en toda mi vida, saber y estar tranquilo de que sí pude ingresar a la universidad que yo siempre quise. Me llenó de mucha felicidad y satisfacción pero también me alegró darme cuenta del cariño que sienten tanto mis amistades como mis familiares por mí.